miércoles, 5 de enero de 2011

Asonadas de violencia en comunas


El pasado jueves, más de 40 jóvenes de La Quiebra armados de palos, cuchillos y machetes, subieron hasta el sector de La Divisa, en la comuna 13, para vengar la muerte de Héctor Gil, un joven que según la comunidad no tenía nada que ver con el conflicto.

La acción de la Policía y el Ejército evitó que se mataran entre ellos. Esa tarde y por la noche, se escucharon las balas casi hasta el amanecer.





Actos violentos prenden alarmas

El otro intento de asonada se presentó el lunes, cuando integrantes de los combos de Travesías y El Hueco, en Belencito Corazón, intentaron agredirse, pero fueron disueltos por la Policía y el Ejército nuevamente. Esta vez las balas sonaron en Belén Las Violetas y Zafra desde las 12 de la media noche hasta la 1 de la mañana.

Esto, sumado a la asonada que se presentó el domingo en La Silla, comuna 1 (Popular), luego de la muerte confusa de un joven en una acción policial que es investigada por la Fiscalía.

El sacerdote Juan Carlos Velázquez, quien ha participado en varios pactos de no agresión en la comuna 5 (Castilla) afirma que esto es un problema cultural donde "todas las instituciones hacemos procesos para menguar la confrontación, pero nos quedamos cortos para dar alternativas".

Según el padre Velázquez, el conflicto puede verse agravado después de la muerte de un joven de cualquier barrio, porque "siempre queda el resentimiento en algunas personas y el deseo de la venganza, además, la falta de alternativas que hay después de pacificar. A un muchacho lo incitas a entregar el arma y le das trabajo, pero si no se le cambia el chip de la violencia no se hace nada".

Desde la Alcaldía de Medellín expresaron que "inicialmente hay que ver como disminuyeron los homicidios el mes pasado. Suceden muchos hechos que la gente empieza a enfrentar por diversas razones, hechos de tipo histórico en esta ciudad. Lo que hay que hacer ahora son buenas actividades en esas comunidades".

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